Después de dos años, Joan Mar Sauqué, Josep Traver y Giuseppe Campisi vuelven a juntarse en este nuevo proyecto. El trío se ha convertido en una entidad consolidada: cada uno suena más seguro que antes y, juntos, navegan por la música respaldándose unos a otros. El juego implica bailar la coreografía ensayada de la banda a la vez que da libertad de improvisación a los solistas, dentro de la brevedad autoimpuesta de las melodías: el mensaje es conciso y al grano.

El trío se mueve en un universo de swing, claridad tonal, trabajo en equipo telepático y detalles sutiles. Sus coordenadas estéticas están claramente definidas, pero no encorsetadas por clichés. A pesar de la influencia de tantas referencias de jazz que nutre su propuesta, su música no suena reconocible.